Teoría de la Motivación (A.
Maslow)
Jerarquía de necesidades
El Existencialismo influyó en esta perspectiva en la forma de concebir al hombre como un ser bueno, individualizado, capaz de percibir, sentir, auto-realizarse, y por sobretodo por ser libre; entonces la perspectiva no se caracteriza por predisponer un determinado comportamiento, aunque trate de cambiar uno negativo por uno positivo.
Las terapias humanistas destacan en el individuo, sus cualidades únicas de la visión de su propio "yo" e intenta cambiar la imagen que tiene de sí mismo. El objetivo del terapeuta es liberar la personalidad que se encuentra enterrada debido a una serie de actitudes que la constriñen. Además los terapeutas humanistas ayudan a las personas para que supriman las coacciones sobre su propia auto-actualización.
Para la psicología humanista, el individuo logrará un cambio en su conducta estableciendo, antes que nada, una buena relación entre el médico y el enfermo. Sin embargo, en el caso de esta perspectiva al enfermo se le llama cliente y es considerado el principal responsable del éxito de la terapia. Pues si desea cambiar alcanzará la auto-realización; en conclusión el cliente es un compañero en la terapia. El terapeuta es un amigo que acepta, entiende y será compañero del cliente durante la búsqueda de su identidad.
Éste no tiene una meta preconcebida, sino que manipula una posible solución basándose en la visión que tiene el cliente del mundo. Carl Rogers desarrolló, entonces, la llamada terapia centrada en el cliente, donde el individuo busca su propio "yo", y con la ayuda de recursos en nuestro interior, logra cambiar actitudes y conductas. Todo esto dentro de la atmósfera proporcionada por el terapeuta que permite finalmente el logro de la auto-actualización. Asimismo, para llevar a práctica esta terapia y el cambio de conducta se necesitan tres condiciones, que son los siguientes:
- Aceptación: el terapeuta debe aceptar al cliente totalmente, aun así cuando exprese sentimientos negativos. Puesto que para el cliente el ser aceptado por otra persona crea en el la fuerza necesaria para cambiar y desarrollarse.
- Comprensión Empática: Con la escucha sensible y activa, el terapeuta logra comprender el problema. Clasificando y luego comunicando los sentimientos observados al cliente. Con esto, el cliente eventualmente vería los que incluso no ha visto debido a su inconsciencia. Por consiguiente, esta comprensión es importante y útil para que el cliente se escuche a sí mismo con más exactitud, y para encontrar emociones bloqueadas.
- Congruencia: Sucede cuando el cliente se comprende y enorgullece de sí mismo, a medida que acepta sus experiencias como reales y es así más autentico. Son capaces de percibirse a su manera, y por el contrario no reconoce los sentimientos y actitudes impuestos por otras personas.
Bibliografia
https://corrientespsicologicas.wikispaces.com/Humanismo
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